Al llegar al entorno de los 50 las capas de la piel sufren modificaciones debido a factores intrínsecos y extrínsecos. La epidermis se seca y se escama con zonas de baja hidratación. La dermis reduce su espesor un 20%, el colágeno disminuye su síntesis y la elastina se vuelve compacta, con lo que produce falta de elasticidad. En la hipodermis se disminuye la vascularización y se reduce el tejido adiposo produciendo flacidez. Es por ello que ‘Madrid Magazine’ hemos querido consultar a la experta Paloma Ruíz Majadas, directora de FarmaciaV30, para que nos cuente qué pasos seguir y qué rutina facial es la más adecuada para las pieles de 50 años.
Pasos a seguir en el tratamiento diario:
1 La limpieza se debe realizar dos veces al día, mañana y noche con limpiador leche o gel y un tónico, que contengan:
Hidratantes y calmantes: ácido hialurónico, ceramidas, aloe vera, extracto de mimosa o camomila, extracto de pepino, agua de rosas, en syndents o aguas micelares
2 Brumas y aguas termales que refrescan e hidratan la epidermis durante el día, compuestas de extractos de plantas y minerales que aportan luz e hidratación .
3 Para cremas, se usaran activos más hidratantes y calmantes durante el día y más regenerantes y nutritivos en la noche. Respecto al sérum es un aporte concentrado en algún activo o tratamiento específico.
Productos Cosméticos que podemos elegir serian aquellos con principios activos como:
Hidratantes: ceramidas vegetales, sustancias higroscópicas como urea, alantoína o ácido láctico.
Humectantes: glicerina.
Sustancias vasopresoras: extracto de ruscus, castaño de indias o vitis vinífera.
Calmantes: niacinamida.
Antioxidantes: Vitamina C, vitamina E, extracto de semillas de uva, extracto de te verde, acido cafeico, acido ferúlico y ubiquinona Q10.
Reparadores que estimulan la producción de fibroblastos o rellenan espacios entre células: colágeno, elastina, ácido hialurónico, proteoglicanos, aceite de rosa de mosqueta.
Acción estimulante: centella asiática, aceite de aguacate y manteca de karité.
Nutritivas: lípidos como perhidroescualenos, vitamina F, aceite de borraja o caléndula.
Despigmentantes: ácido azelaico, ácido kojico.
Antiarrugas: alfa hidroxiácidos y retinol (formulados para piel sensible).
4 Mascarillas: que aporten una dosis mas concentrada de un activo en concreto. Mascarillas hidratantes, nutritivas, que contengan aloe vera, caléndula o manzanilla, aceite de argan y aguacate, antiedad con colágeno, ac hialurónico, silicio o iluminadoras con vitamina C.
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