De estilo absolutamente reconocible a distancia, es de los pocos artistas a cuyas obras no es necesario mirar la firma para saber de quién son.
Remy J. López (Remydenegro) es un pintor y escultor, nacido en La Roda que, a base de talento, pasión, esfuerzo y curiosidad continua poniendo a prueba su don a cada momento, ha alcanzado por méritos propios la cota de ‘artista internacional.
Entrar en ese estudio es viajar por todo el mundo sin salir de esa casa de dos plantas que, en las tripas de La Roda, se queda pequeña rebosando cultura e historias a cada rincón al que se mira. Es ensimismarse apreciando cómo emerge del inconfundible fondo negro de las obras la fuerza inmensa de esas figuras que Remy ha ‘congelado’ para siempre en plenitud, con los vivos colores de su pintura. Es comprender, de un vistazo, la compleja sencillez de quien desde el primer momento supo plasmar hasta los elementos más puristas de un modo transgresor que, lejos de perder sobriedad, la han ganado.
Retos que, a lo largo del tiempo, han conformado el bagaje de este ‘creador’ que, haciendo gala de su convencimiento de que “artista subvencionado es artista acomodado”, siempre ha rehusado la comodidad siguiendo la inquietud de su alma y de su mente. Así, ha ido recorriendo el mundo, sumando ya cientos de exposiciones que le han llevado a Emiratos Árabes, Francia, Argentina, Miami y Holanda, además de a ese México con el que mantiene un idilio especial. Movimiento incesante que conjuga mostrando con orgullo sus raíces y respondiendo así al cariño que asegura que siente, tanto en la tierra que le vio nacer (La Roda) como de la que fue su hogar cerca de catorce años (Cuenca).
“Los artistas han de demostrar que lo son con lo que hacen, no con lo que hablan” aseguraba Remy, sin dejar de mostrar apenas una ínfima parte de su creación, en la que la Tauromaquia ocupa, sin duda, un lugar especial, convirtiendo en auténtico arte carteles taurinos de las plazas más importantes de España y del mundo, con su personal e inconfundible estilo, reconocible inmediatamente y a distancia, sin tener que acercarte a ver la firma en la obra.