Manuel Ángel Moyano siente pasión por el derecho desde niño: “Era vocacional. Tenía familiares cercanos que se dedicaban a la abogacía y siempre me atrajo conocer las leyes y poder aplicarlas en mi interés, con objeto de no ser engañado.
‘ El saber no ocupa lugar.”
Se considera una persona honesta, educada, con un profundo sentido de la justicia, que los intenta aplicar en su vida diaria más allá de su trabajo. Una persona con valores
Cualquier injusticia que llegue a sus oídos le hace rebelarse. Tal y como se sostiene Manuel Ángel Moyano; “la gran pasividad de la Administración General del Estado que se ha convertido en un rodillo frente al ciudadano con el casi único interés de recaudar impuestos. También me hace rebelarme la mediocridad del ser humano, la tibieza, la falta de empatía, el odio a la patria y el renegar de tus orígenes.”
¿Cómo fueron sus primeros años en esta profesión?
Duros pero bonitos. Muchísimo trabajo: las mañanas en los juzgados y organismos públicos, las tardes en el despacho y las noches estudiando. Eran años de recorrerse en coche muchos juzgados, de la provincia y fuera de ella, para hacer seguimiento de los procedimientos por accidentes de tráfico que es a lo que me dediqué en mis inicios. Años alegres en los que aprendí muchísimo y en los que hice buenos amigos: jóvenes que como yo se iniciaban en la abogacía, con sus inquietudes y ganas de progresar.
¿Ha existido alguna vez, o algún caso que le haya hecho sentirse decepcionado del sistema?
Más de los que quisiera. El sistema judicial español no funciona bien. Es lento, y la justicia cuando llega tarde, es injusticia. Este mal endémico no se soluciona creando más juzgados solamente, hay un problema de raíz: se necesitan más y mejores medios, más personal cualificado y que trabaje de modo eficiente. Pero políticamente no interesa. Igualmente la cesión de la justicia a las comunidades autónomas es un sinsentido. Hay pilares básicos que no pueden cederse ni en la gestión. De hecho eso no es baladí, y pongo un ejemplo: cuando se declara por videoconferencia, como el órgano judicial emisor de la misma se encuentre en una comunidad autónoma distinta a la del órgano judicial receptor, es muy probable que la videoconferencia no funcione y el juicio deba suspenderse con el consiguiente enfado del cliente y la enorme pérdida de tiempo para todos los profesionales: y eso sucede porque cada comunidad autónoma contrató un sistema informático deferente para las videoconferencias que no son compatibles entre sí.
Lo mismo sucede con los programas de gestión procesal, o con Lexnet (sistema de notificaciones), siendo inaudito que Fiscalía no esté adscrita a Lexnet, o que lexnet no esté implantado en comunidades como Santander, Cataluña, creo que tampoco, etc.
Pero la mayor decepción que sufrimos los abogados son las faltas de atención y respeto que por desgracia sufrimos con bastante asiduidad por parte de los Juzgados y Tribunales. Nos tratan como un enemigo, cuando no lo somos. Abogados y Procuradores somos necesarios por Ley y somos operadores jurídicos muy útiles. Pero La abogacía y la Procura son dos profesiones que han caído enteros.
¿En qué momento y contexto nace Bufete Moyano?
Nace en noviembre de 2008. Tras las consecuencias de la crisis de la construcción, que afectó en cadena a otros sectores, también al de la abogacía. En ese momento yo contaba ya con más de 5 años de experiencia y me independicé del despacho en el que trabajaba para iniciar mi propia andadura. Actualmente son más de 1.200 expedientes los que he abierto bajo la marca Bufete Moyano.
Bufete Moyano se encuentra en Sevilla, donde tiene su oficina principal. Aparte de haber hecho y poder hacer juicios en todo el territorio nacional, tenemos partners en Madrid y en Córdoba.
¿Cuáles son los principales servicios que ofrece?
Bufete Moyano ofrece servicios en el campo del derecho civil y penal, fundamentalmente. Tocando también algunos aspectos mercantiles y la rama contenciosa administrativa.
Concretamente en el ámbito civil nos dedicamos al derecho de familia: divorcios, modificaciones de medidas, liquidaciones de gananciales. Derecho sucesorio (herencias), reclamación de deudas, contratación en el ámbito civil: redacción de contratos de arrendamiento, compraventa así como asesoramiento.
En el ámbito penal: estafas, delitos económicos, lesiones, robos, hurtos.
En el mercantil: asesoramiento a autónomos y sociedades limitadas.
En el contencioso administrativo, diversos procedimientos contar la administración local, autonómica o estatal: recursos por imposición de multas, liquidaciones incorrectas de impuestos, comprobaciones de valores de la Administración, etc.
No sé si tienen ustedes algún medidor que refleje el éxito o satisfacción de sus clientes. ¿En qué momento diría que se encuentran?
El principal medidor es que el cliente repite cuando vuelve a tener un problema, o recomienda a alguien de su entorno. También están las valoraciones de google, que en nuestro caso, todas son reales, de clientes a quienes conocemos.
¿Quiénes le componen?
Actualmente estamos en proceso de remodelación de plantilla y cambio de oficinas. Estamos iniciando una nueva etapa en unas instalaciones más amplias. Somos todos abogados a excepción de los estudiantes en prácticas, bien de la universidad o del máster de la abogacía.
¿Cuál es su principal target o público objetivo?
El ciudadano persona física que tenga cualquier problema relacionado con las materias a las que nos dedicamos y hemos definido en preguntas anteriores. También el autónomo, por motivos de su negocio. También hemos desempeñado labores muy concretas para alguna gran empresa, que aunque tenga equipo jurídico interno, delega algunas tareas a profesionales independientes y externos. Y finalmente damos apoyo procesal a otros bufetes de distintos puntos de España quienes sustituimos en juicios en Andalucía, evitando que tengan que desplazarse hasta aquí desde sus respectivos despachos.
¿Por qué deberíamos tener un abogado o bufete de manera permanente, es decir “de cabecera”?
Porque el Derecho es una herramienta transversal que afecta a todo en ti vida: a la hora de comprar una casa, de alquilarla, de impugnar unas oposiciones, de casarte (para elegir el correcto régimen económico matrimonial), para firmar un préstamo, para montar un negocio, para jubilarte.Nuestro lema es: que la mejor forma de solucionar un problema es evitarlo. El asesoramiento previo es fundamental. Al igual que en medicina hacerse chequeos y revisiones es fudamental para evitar o atajar una enfermedad, en Derecho es necesario que el cliente consulte antes de actuar, porque en ese momento podremos asesorarle para que tome la decisión más adecuada.
¿Qué tipo de casos o de situaciones nota que le hacen implicarse más personalmente?
Los asuntos penales, cuando un cliente se juega ingresar en prisión, afectan mucho, la verdad.
Y, un tema donde me involucro mucho es en el que yo vengo a llamar la defensa del hombre maltratado. Un tema del que nadie habla pero que todos los profesionales del Derecho conocemos a la perfección, Y es que existe una ley malévola que rompe la presunción de inocencia, sin actividad probatoria de cargo alguna, es decir, sin pruebas ni indicios. Y muchas mujeres abusan de la posición que les da esa ley para denunciar falsamente a sus parejas o exparejas como forma, llamémosle de venganza, o para dar un escarmiento o reprimenda y que el marido, novio o pareja pase una noche o más en un calabozo maloliente, tratado como un vulgar chorizo, esposado y desprovisto de su dignidad.
Con tal actitud, sólo consiguen perjudicar a las verdaderas mujeres maltratadas.
Debería hacer el Ministerio de Justicia una estadística de cuantas denuncias por presunta violencia de género se archivan sin más, o se tramitan con orden de alejamiento (por miedo del juez a no acordar tal medida, por presiones) y finalmente finalizan con absolución del denunciado porque lo único que subyace es un problema de convivencia que se soluciona con el divorcio.
¿Cuál es la característica más importante que debe tener un asesor tributario?
Un asesor jurídico, sea de la índole que sea, lo que debe saber muy bien es distinguir entre el interés del cliente y su propio interés, que no siempre coinciden. Y, en base a ello, actuar con lealtad a su juramento profesional, y dejar que el cliente sea quien decida pero con el conocimiento que se le aporta con el asesoramiento técnico y profesional. Y por supuesto, nunca decir la frase: “esto está ganado”, pues nuestro trabajo es una obligación de medios y nunca, nunca podemos garantizar el resultado.
Una película, una canción y un libro.
PELÍCULA: Cadena Perpetua.
CANCIÓN: You are beautiful, de James Blunt.
LIBRO: No me queda más remedio que recomendar el mío. Acabo de escribir un libro de auto ayuda que se llama “La muerte… es cosa de vivos”, y que creo que es un gran manual de autoayuda para ayudar a aceptar la muerte de un ser querido.
Ya a la venta en la Casa del Libro, Amazon, El Corte Inglés, o contactando conmigo en el e-mail moyanoprieto@gmail.com