El oro es uno de los activos más sencillos en los que se puede invertir. Las opciones en el mercado son múltiples y fáciles de adquirir. Existe una gama muy amplia de productos, entre ellos: monedas de inversión o bullion, lingotes de diferentes tamaños, joyas, etc, destinados a los diferentes tipos de clientes y ajustados a sus presupuestos.
Conocer con exactitud si lo que estamos comprando se corresponde con lo que nos dicen es, frecuentemente, complicado. Por eso, es importante que antes de realizar la compra, se solicite toda la información que sea correspondiente y proceder a comparar precios.
Cuando vamos a comprar una joya, lo que debemos hacer es asegurarnos de que se trata de oro auténtico. Si la compramos en una joyería de renombre, no tendremos problema porque el oro será de la mejor calidad, pero si lo hacemos en otro establecimiento, es importante asegurarse de que lo que se compra es oro y no un baño.
En un artículo publicado en Blackstone, el 3 de enero de 2022, con el título Ten Surprises of 2022, Byron R. Wien y Joe Zidle, vicepresidente y estratega jefe de Inversiones respectivamente en Blackstone Private Wealth Solutions, anotan que el precio del oro subirá un 20% en 2022 (lo que lo situaría en 2.162,4 euros). Muy importante y a tomar en cuenta para la adquisición de este.
En el mercado existen dos precios del oro diferentes: el llamado fixing, “fijado” dos veces al día por la London Bullion Market Association (LBMA) en función de las operaciones de sus bancos miembros y el spot, que es la media de los precios de los diferentes bancos que comercian con el oro, recopilado en los terminales de agencias especializadas y que se mueve constantemente.
Los inversores deben tener en cuenta ambos a la hora de realizar operaciones de compra y venta, ya que son la referencia de lo que deberán pagar o lo que van a recibir por el metal.
En el proceso de investigación y compra, algunas personas cometen una serie de errores, los cuales pueden terminar obstaculizando el cumplimiento de sus objetivos al adquirir este metal precioso. Aquí te contamos los principales errores al comprar oro:
No verificar el grado de pureza mediante sellos
Uno de los principales errores es no verificar el nivel de pureza o autenticidad del oro, para esto existen dos alternativas: ver el grado de pureza y hacer pruebas físicas. Respecto al grado de pureza, existen dos escalas diferentes para indicar la pureza de una pieza. El sistema de clasificación numérico utilizado en Europa va de 1 a 999 (siendo 999 oro puro), mientras que en Estados Unidos se utiliza una escala de quilates que va de 0 a 24K (siendo 24K el mayor nivel de pureza).
Es importante destacar que la marca o sello que aparece en una pieza de oro (ejemplo 14K o 585) no es una garantía de que dicha pieza tenga ese grado de pureza, este valor puede ser tomado como un punto de partida para posteriormente realizar otro tipo de pruebas.
No pedir comprobante o factura
Es importante solicitar un comprobante de pago al adquirir oro, ya que esto nos permitirá demostrar que somos el dueño de dicha pieza. Además nos permite realizar el cálculo del valor de esta, ya que cuando se superan ciertas cantidades se deben hacer declaraciones o pagar ciertos impuestos. Asimismo, para poder ejercer el derecho de garantía e informarse de si existe la posibilidad de cambio o devolución, sobre todo si se trata de un regalo.
No tener claro nuestro objetivo al comprar oro
Existen muchas personas que compran oro porque su precio subió, por «moda» o porque simplemente alguien de su entorno se lo aconsejó. Es de suma importancia tener muy claro cuál es nuestro objetivo al comprar oro, ya que de esta manera dicha compra tendrá sentido y estará acorde a las metas y objetivos planteados. Por ejemplo, algunos inversionistas deciden comprar oro para resguardar su patrimonio, mientras que otros lo hacen como inversión pensando a largo plazo. Sin embargo, lo más importante es que dicha decisión se tome en base a nuestra propia investigación y prioridades.
La mala praxis y fraude del engaño
Los fraudes existen porque hay personas avariciosas. En vez de ofrecer un servicio valioso y productos de calidad que satisfacen las legítimas necesidades de los inversores, tratan de engañar a éstos y despojarlos del fruto de su trabajo.
Así que, ante la más mínima duda, es mejor renunciar a una operación supuestamente ventajosa que luego arrepentirse. Basta con un poco de sentido común, prudencia y saber que, si le ofrecen oro muy por debajo de su precio, seguro que hay algo sospechoso.
Pensar que un ETF es oro físico
Uno de los errores más comunes al invertir, es pensar que un ETF (fondo cotizado en bolsa) es oro físico. Debemos tener en cuenta que cuando se invierte en oro físico, se tiene el valor en nuestras manos, mientras que cuando se invierte en un ETF de oro, lo que se tiene es simplemente un papel lleno de cláusulas y condiciones.
Un ETF de oro conlleva un gran riesgo debido a la manera en la que se redacta el documento o certificado. El principal problema es que la mayoría de las personas no tiene la costumbre de leer la «letra pequeña», pero si lo hicieran se darían cuenta que, el que vende el ETF tiene todo el poder y en caso de que las cosas salgan mal, hay muchas cláusulas escritas a su favor que le permitirían no asumir todas sus obligaciones y al final dejar al inversionista expuesto y sin nada de valor.
En estos aspectos, hemos consultado con la diseñadora de alta joyería Lisi Fracchia -www.lisifracchia.com- y resume que “hoy en día se tiende a hacer mucha pieza con electroforming, huecas o semi huecas, para abaratar materiales y aumentar beneficios. Por ello, hay que saber lo que se compra, pues este tipo de piezas son muy delicadas y a la hora de poder repararlas ‘a posteriori’ por cualquier necesidad es casi imposible. En las piezas que realmente deberíamos poner nuestro ojo es en las joyas de valor; como, por ejemplo, las de oro macizo: fuertes y que nos acompañen generación tras generación. Todas llevarán una pequeña marca /contraste de la ley del país. En España la ley es el oro de 18 kilates (marca con la numeración “750”), que avale que esa pieza es ‘oro de primera ley’”.
Además, añade Lisi Fracchia, “la joya deberá ser entregada con un certificado de autenticidad del fabricante en el que aparezca una ficha técnica o descripción completa donde se describa el peso de la pieza, el material, la ley, procedencia y otros datos del fabricante o diseño… como son el peso y tipo de cada una de las gemas, en el caso que el diseño también las incluya”, matiza Fracchia.
En conclusión, es muy común encontrarse con este tipo de malas prácticas y esto se puede considerar legalmente como un delito de venta. También, quizás, encontrarte con casos en los que se vendan piezas exclusivas y de calidad, pero que quizás hayan sido puesto en venta y previamente haber sido obtenido en robos.
Si te ves en la situación de haber comprado oro o joyas y haber recibido “gato por liebre», el despacho legal Navarro Llima Abogados puede brindarte la asesoría legal que necesitas para dicha situación. Con más de 20 años de experiencia en el ejercicio y conformados por un diverso equipo de profesionales comprometidos con la profesión, este bufete reúne un equipo que trabaja con el afán de conseguir “la mejor solución” para sus clientes, tal y como afirma su CEO, Jaime J. Navarro Llima. Puedes obtener más información sobre algún caso específico en www.navarrollimabogados.com.