El arte y el amor comparten un principio fundamental: el sinapego, porque si te aferras demasiado, puedes arruinarlos. CREAR y AMAR con verdadera pasión implica soltar, permitir que una obra trascienda al espectador sin que el artista se aferre a ella. Del mismo modo, el amor genuino no es posesión, sino libertad. Amar sin apego significa valorar a alguien sin intentar retenerlo, permitiendo que evolucione sin condicionamientos.
En el arte, cada pincelada es una entrega, pero una vez que la obra está terminada, deja de pertenecer solo al artista; cobra vida propia en la mirada de otros. Así sucede en el amor: cuando es auténtico, fluye sin miedo a la pérdida. El AMOR cuando es real, no necesita ser acaparado. Amar sin apego es como pintar sin miedo a equivocarse, disfrutando del proceso sin preocuparse por el resultado final. Si forzamos una pincelada de más, podemos estropear el cuadro; si intentamos retener a alguien a toda costa, podemos terminar asfixiando la relación.
Practicar el SINAPEGO en el arte y en el amor nos libera del miedo, nos permite dar sin esperar y recibir sin exigir. Es en esa entrega desinteresada donde surge la verdadera belleza, tanto en una obra de arte como en los sentimientos más profundos.
Así que, ya sea con un lienzo o con el corazón, la clave está en crear, amar y soltar… aunque a veces den ganas de esconder el cuadro o stalkear a la ex.
By Marisa Gutiérrez
Galería Espacio de Arte SINAPEGO Madrid.
“Corazón alado” obra de arte de Miguel Sansón.